Panderetas y Moda
Esta nota está escrita para
recordar aquellos accesorios que llegamos a utilizar y que actualmente es poco
o nada lo que los vemos por ahí, pero también, haciendo un contraste,
hablaremos de los accesorios en estas épocas.
Lo primero que me evoca esto
es aquella época donde un gran porcentaje de personas usaban gorro de navidad, ¡sí
señores! Gorros y como si no fuera suficiente, los personalizaban grabando el
nombre de quien lo llevaba.
En cambio ahora, vemos algunas
balacas con cachos de reno y con flores como la que se observa en la foto, lo
que muestra un accesorio con mucho estilo y más moderno que el gorro de antes. Ahora, de todas formas el gorro no se ha
extinguido y aún se observa este accesorio en una que otra persona, no con la
misma intensidad de años atrás pero se ve.
Otro accesorio que se veía mucho por esta época, pero actualmente
poco se observa o con algunas
variaciones son los prendedores, los que he visto por ahí vienen con luces, lo
que hace que se vea divertido y llamativo.
Me gusta ya que es un accesorio pequeño, pero que visualmente llama bastante
la atención, además se facilita para combinar con muchos outfit, resaltando
telas y colores.
No es exactamente un accesorio
pero, siempre la nostalgia me hace que siempre lo considere como tal. Hablo de la famosísima pandereta que hacia
parte de nuestras reuniones con familiares y amigos, la mismita que
elaborábamos con la tapitas de gaseosa, obviamente la tapitas metálicas, no las
plásticas de ahora, las cuales se aplastaban con una piedra y en la mitad se rompían
con un clavo para hacerle un hueco y por ahí pasar el alambre que le daría
forma y vida. Y vaya que era vida,
porque no era solo el hecho de hacerlo, sino ese momento mágico compartido con
otras personas. Actualmente las elaboran
industrialmente y las hay en el mercado de muchos colores, tamaños y precios,
pero mis panderetas de infancia eran un elemento único y necesario para las
novenas, un verdadero accesorio.
Y bueno, ahora que empiezan
las novenas, los invito para que saquen sus accesorios y pintas, ya sea
actuales o antiguas y gócese esta fecha que solo son nueve días de un mes y que
por lo espiritualmente festivo, se van fugazmente. Lo que queda claro es que la moda es cíclica,
de cambios constantes y a pesar de ello, aunque creamos que algo ya paso de
moda, es posible que vuelvan, con un toque más moderno quizás, sin olvidar que
hay accesorios y prendas que se convierten en atemporales y clásicos, que a
pesar del tiempo continúan ahí.