Millennial  con estilo

Si hace ocho días hablé de las pintas para el día de las velitas, hoy les voy hablar de los outfit que ví de las graduaciones de bachilleres.

 Por estos días en  la ciudad de Armenia he visto la celebración de los grados de los diferentes colegios que pertenecen al calendario A y la verdad es que no esperaba ver tantas pintas tan lindas.

En cuanto a los hombres vi el típico traje negro con camisa blanca y su respectiva corbata negra, y aunque es un buen traje y entra en lo clásico, pienso que hubiesen sido vestidos por la mamá, en vez de aprovechar para arriesgar un poco más y, así, tratar de hallar un estilo  propio que sea chévere y que pueda mostrarse.

Las chicas sí definitivamente me sorprendieron de una manera gratísima, seguramente porque son más seguidoras de las redes sociales y se les facilita la búsqueda de modelos.  Y es yo no solo me los pondría para esa ocasión, sino que  también los usaría para cualquier otro evento o invitación y creo que eso es un punto a favor de un outfit, especialmente de los vestidos, que sirvan para mucho más que ponérselo una vez y archivarlo, sino que sea tan prácticos, elegantes y bonitos que se puedan seguir utilizando.

De hecho vi a una adolecente con un vestido que me provocaba quitárselo y llevármelo para mí y aunque pocas veces me pasa eso, ese vestido me cautivo, no me pregunten por qué, pero era un vestido que se notaba que se lo habían hecho a su medida pues no lo visto en el comercio, además de la que mujer era delgada y se notaba que había sido diseñado en función de su biotipo. Trataré de describirlo: el vestido era con un fondo blanco y unas flores vinotinto en la parte de la falda; el corpiño sí era de un solo fondo, vinotinto, obviamente, lo que daba un contraste espectacular.  El vestido lo acompañaban unas mangas de la tela blanca estampada.  Lo anterior es síntoma de que con una buena diseñadora o modista los resultados pueden ser grandiosos.

También vi vestidos de colores  verde, rojo y el típico negro la mayoría muy elegante y los cuales se pueden utilizar en una ocasión especial.

Aquí lo ideal es que estas prendas vayan con el sello de cada persona, sin importar que no se tenga un estilo definido, algo propio de la juventud, pues lo esencial es recordar que se está en una búsqueda constante, hasta que tenga claro qué es lo que le agrada y por cuáles colores se inclina.