La voz kids y la moda  

Queridos lectores, ustedes saben que yo amo la moda en  todo su esplendor, además de disfrutarla visual  y analíticamente, es por esto que para esta ocasión les voy a escribir sobre las diversas pintas (outfit) de los participantes del reality que se está transmitiendo en un canal nacional.  Más que hablar de su gran talento y de su capacidad expresiva (que muchas veces  he quedado boquiabierta), lo que más me ha llamado la atención, sin duda alguna, son sus atuendos y lo voy a explicar a continuación.

1. El primer grupo son aquellos que se van vestido de acuerdo a sus idiosincrasias, es decir, de su lugar de origen y toda su  carga cultural, con sus colores y todo lo que distingue a la comunidad de donde provienen o lo que los identifica departamentalmente a nivel nacional. Aquí es cuando refuerzo esa teoría de que somos un país pluri-etnico y multicutural, lleno de tradiciones y con un vestuario que habla por sí solo y es entonces cuando la moda tiene una gran relevancia, ya que ella es la encargada de enviar esos mensaje de manera “silenciosa” pero contundente de lo que somos o lo que se desea proyectar.

2. El segundo grupo son de aquellos niños, mucho más arriesgados, espontáneos que muestran una combinación de texturas, estampados y colores, la mayoría muy acertados para sus edades, además para el medio donde se proyectan: un público de masa y al cual hay que dejarle una recordación de su presentación, tanto en talento, pero también en vestuarios, es decir de varios factores que hacen que sea visto y recordado como  un artista completo. 

Alguna de las presentaciones que a mí me  dejaron especial recordación por su pinta y las cuales valen la pena ver y repetir son: la Carranguerita, Luna Reyes, Monserrat y Alana.

De lo anterior, queda claro que detrás de estos niños y algunos adolescentes hay unos padres con un talento increíble (ya que en algunos casos la madre es la que le confecciona las pintas a sus hijos) y una visión amplia de que su hijo, en cierta manera, está proyectando una imaginen de ellos, como padres y como familia.

Para culminar este programa es un espacio y respiro para las familias colombianas, además de ser un momento  para mover nuestras emociones con el talento y la espontaneidad de los participantes de este reality.